Para algunos estudiantes, la universidad es sinónimo de estrés, depresión y ansiedad. Para estos estudiantes, la mezcla del bloqueo que les espera con una salud mental preocupante sigue sin digerirse. ¿Cuáles son las principales fuentes de estrés para los estudiantes? ¿Cómo pueden gestionar mejor su salud mental durante el bloqueo?
A pesar de la llegada del buen tiempo, el periodo de revisión que supone el bloqueo aparecerá inevitablemente dentro de unas semanas, para gran aprensión de algunos estudiantes.
¿Hasta qué punto están estresados los estudiantes?
Como sabemos, la pandemia de Covid-19 ha provocado falta de motivación, aumento del estrés y síntomas depresivos en muchos estudiantes.
En una encuesta realizada en 2021 conjuntamente por los Observatorios de la Vida Estudiantil de la UCLouvain y la ULB se trazó un retrato de la salud mental y el bienestar de los estudiantes. El objetivo de esta colaboración entre las dos universidades era ver el impacto de la situación sanitaria en los estudiantes. Por tanto, es importante recontextualizar estos resultados que datan de abril de 2021, en plena pandemia, pero que siguen siendo pertinentes.
Las principales conclusiones de la encuesta muestran que uno de cada tres estudiantes presenta síntomas graves de ansiedad, el 40% del panel estudiado tiene síntomas depresivos, 7 de cada 10 estudiantes dicen estar «muy» o «muy» estresados y menos de uno de cada tres estudiantes afirma haber buscado ayuda en profesionales de la salud.
En resumen, las estadísticas son más que alarmantes y deben cambiar para mejor.
¿Qué estresa a los estudiantes?
La intensa carga de trabajo y las exigencias académicas a las que se enfrentan los estudiantes pueden ser una fuente de estrés, ansiedad y agotamiento.
Por eso es importante que los estudiantes aprendan a priorizar, a gestionar su tiempo con eficacia y a pedir ayuda cuando sea necesario.
En resumen, afinar el bloqueo es crucial para el éxito. La ansiedad y la dilación suelen ser el resultado de una mala organización y gestión del trabajo. Decidir un plan de acción para cada curso, elaborar un calendario que pueda reajustarse a medida que avanza el bloqueo, fijarse objetivos alcanzables y ser regular: es un consejo que se ha oído una y otra vez, pero que tiene el mérito de ser cierto. Un bloqueo de calidad que minimice el estrés y la ansiedad requiere estos métodos.
El aislamiento social del bloqueo también puede repercutir negativamente en la calidad de la salud mental de los estudiantes. Conectar con otras personas, mantener un vínculo con la familia, los amigos; este apoyo social es crucial.
También es importante combatir el deprimente sedentarismo del bloqueo. Una forma de sobrellevarlo es respirar aire fresco. Salir al aire libre varias veces al día es esencial para ayudar a reducir el estrés y mejorar la capacidad de concentración y memoria. Con el sol primaveral, ¡no hay excusa para no salir cuando hace mal tiempo!
Otra fuente de problemas de salud mental es la mala gestión del sueño. Como todos sabemos, la cafeína y las noches en vela suelen ser los factores que bloquean a muchos estudiantes. Pero para mantener una buena salud mental, hay que mantener una rutina de sueño regular. Dormir te permite almacenar lo que has estudiado durante el día, y dormir mal provoca estrés y fatiga, lo que no irá nada bien para aprobar los exámenes.